Después de una larga ausencia nos volvemos a encontrar con Martín y lo entrevistamos para que nos cuente su experiencia con el juego de mesa Argentino, Días de Radio. Nos comentara sobre sus experiencias con los diferentes grupos y como ha acuñado una forma de explicar el juego.
También podremos escuchar una historia original narrada por Martín y su servidor en cual utilizaremos la famosa variante "Memento" introducida por su creador en la BGG.
Descarga
A continuación dejo el comentario que el autor nos ofreció para el programa, como siempre Alejandro llega al corazón de la gente y me quito un lagrimón, Aunque no sea precisamente breve aconsejo encarecidamente leerlo ya que no solo habla del podcast sino de una realidad que vivimos.
------
Maravilloso
programa, mil gracias de corazón. Puede parecer parcial lo que les digo y les
voy a decir, difícil es serlo cuando se han recibido palabras tan bellas y se
le ha dado un lugar preponderante a lo que uno ha hecho. Por otro lado, la
objetividad es una quimera, uno de los tantos inalcanzables de la existencia
humana... Más allá de estar inevitablemente atravesado por mi subjetividad como
diseñador de Días de Radio, creo que ha sido un programa excelente.
El análisis de
Martín fue profundo, rico, interesante. Al igual que él, creo que distópico es
el género más difícil de narrar, debido al peso específico de cada carta. Cada
una sirve, como él bien dice, para hacer una película sin usar ninguna otra de
las frases del mazo. Fue una de mis preguntas internas al pulir el juego, si
dejar distópico como estaba, sabiendo que los enlaces entre las ideas iban a
ser mucho más complicados, o dirigir el género hacia un tipo de futuro
distópico específico (por ejemplo, la tierra baldía post apocalíptica de Fallout),
basando cada idea en él. Ninguna de las dos soluciones era perfecta. De un
lado, había más variedad, más oportunidades de creación. Del otro, una
coherencia temática, un hilo narrativo del mazo que facilitaba el uso de
cualquier carta en cualquier historia. Finalmente, me terminé inclinando por la
opción que confería mayor libertad a los jugadores, pero con plena conciencia
de que iba a ser el género difícil del juego. Por eso, al escuchar a Martín
hablar del peso simbólico de las frases, me sentí agradablemente estudiado en
el diseño: muy agudo su criterio.
También me
pareció un acierto que Eduardo ocupara el rol que decidió ocupar en el
programa. Entiendo que es muy difícil opinar acerca de un juego en el que uno
participó como tester, más aún siendo tan amigo del diseñador, por lo que me
pareció una elección que habla de honestidad intelectual hacia el oyente. Muy
criterioso de su parte, también.
Me reí junto a
ustedes muchas veces, en especial con el gag de las moralejas de los jugadores
más grandes, al estilo: y entonces entendió el valor de la puntualidad...
Buenísimo!
Una cosa que me
sigue sorprendiendo es que la gente se las rebusca para jugar con niños, cuando
el juego está destinado a un público de 15 años para arriba. Me hace sentir muy
bien, la verdad, ya que me habla de cuánto disfrutan DdR, lo cual los hace
buscar la manera de acercarlo a personas de menor edad. Creo que sacando
ciertas cartas del mazo, como hace Martín, y ayudando en el drafteo de cartas o
permitiendo que descarten con libertad, anda perfecto. Un jugador me comentaba
que otra alternativa que encuentran cuando juegan con un solo niño en la mesa
es no pasarle cartas para que narre, mientras que los otros tres participantes
juegan normalmente. Puede parecer que el niño se pierde la posibilidad de usar
las ideas que vienen con el juego, pero en el fondo, al haber otros tres
jugadores que sí las usan, esas ideas están en la historia, forman parte
indisoluble de ella, de modo que cuando le llega el turno, el purrete o la
purreta están en efecto usando las cartas sin darse cuenta. También se le puede
pasar una sola, seleccionada, y que narre con ella sin tener que preocuparse de
elegir, y por su lado los adultos no tienen que preocuparse de que utilice
conceptos que están por fuera de su rango etario o sensible.
Igual me pareció
en extremo interesante el debate que plantearon con Martín: los chicos de hoy,
¿son como nosotros los vemos? ¿Estamos proyectando en ellos la imagen que
tenemos de nuestra propia infancia? A mí me ocurrió en estos días algo que me
disparó la misma inquietud. Vinieron unos niños de mi familia de visita, y les
estuve mostrando algunos videojuegos para que disfrutáramos juntos. Estaba muy
atento a no exponerlos a ningún material que pudiera hacerles mal, no llevarlos
a un encuentro con cierta violencia simbólica a la que nosotros estamos
acostumbrados. Y me encontré con una realidad sorprendente, que un poco me
inquieta, o al menos me dispara muchas preguntas: los niños hoy tienen una
conexión directa con la violencia, hablan de ella con soltura, quizás sin
entender demasiado sus consecuencias. Hablan de matar o morir como si hablaran
de que va a llover o del color de una cerca. Será que, como decían Martín y
Eduardo, no ponen el mismo peso que ponemos nosotros en esto, será que es una
cáscara de violencia que está en sus mentes, pero de todas maneras me generó
interrogantes a granel.
Todo el análisis
psicológico hecho por Martín fue otro de los puntos fuertes de la emisión. Creo
que narrando se conoce a las personas, quizás más que tomándose un café o
intercambiando opiniones sobre la actualidad. Lamentablemente, a causa del
bombardeo cultural constante a través de los medios de comunicación, mucha
gente "es hablada" por un otro invisible, como diría Heidegger, filósofo
que no me gusta nada por su ideología política y sus execrables decisiones de
vida, pero que a la hora de analizar el lenguaje, lo simbólico y la
colonización intelectual se adelantó a su tiempo. Es común que al charlar de
manera casual con alguien, esa persona termine recitando las
"verdades" que otros han elegido para él o ella. Narrando, por otro
lado, en un contexto de improvisación, suelen aflorar la verdad inconciente,
las pasiones, los odios y amores, los miedos y los deseos, y sobre todo la imaginación
pura, lo más libre de prejuicios y trabas. Creo que la imaginación es lo que en
última instancia nos libera de ese otro que quiere hablar a través nuestro,
colonizarnos. Imaginar es ser libre.
Los felicito por
animarse a grabar una historia usando la variante Memento, es muy desafiante,
más sabiendo que va para un programa de radio. Les salió muy linda! Esto de
narrar desde perspectivas poco comunes o usadas, como puede ser la de un
individuo que está perdiendo la razón, es interesante, y al hacerlo para atrás
vemos el camino inverso del viaje hacia la locura. Todo un tema!
Por supuesto que les agradezco enormemente todos los elogios que me brindaron, fueron una caricia al alma, pero no me quiero extender en ellos por una cuestión de delicadeza. Sepan de todos modos que los recibí con felicidad.
Bueno, creo que
no me dejé nada en el tintero, salvo un agradecimiento más a Martín por llevar
el juego a pasear por todos lados, el boca en boca es fundamental para los
diseñadores de juegos de mesa en Argentina. No contamos con publicidad ni
avenidas anchas para avanzar, pero es justamente el interés, el entusiasmo y la
pasión de los jugadores lo que multiplica nuestro esfuerzo creativo. Me parece,
por otro lado, que el ser humano posmoderno ha desarrollado una resistencia a
la publicidad, por suerte. Nos vienen tratando de vender tantas cosas de
maneras tan distintas, arteras muchas de ellas, que nos hemos adaptado,
haciendo oídos sordos a las estrategias de venta. Esto va a llevar a un regreso
a lo tradicional, a la comunicación entre pares: creo que algo puede valer la
pena si me lo recomienda alguien que no tiene ningún interés personal en que yo
lo compre o lo pruebe. Sé que, en este caso, la persona me habla desde su
propio gusto, y no busca nada más que acercarme esto que disfruta. Sí, claro,
puede que luego me de cuenta que su gusto es distinto al mío y no halle el
mismo goce en lo que me recomendó, pero de ninguna manera me sentiré estafado o
utilizado en la búsqueda del rédito comercial. El amor del jugador por lo que
uno ha creado es la mejor difusión que puede existir. Así que gracias por eso
también!
Bueno, fiel a mi
estilo como escritor mandé a la brevedad a la esquina a ver si llueve. No hay
que tener miedo de utilizar muchas palabras, cuando son necesarias y se las ha
pesado una por una. Al menos es mi opinión al respecto de cierta invasión de lo
breve y lo parco en el lenguaje actual. Les mando un abrazo enorme, y que sigan
esas maravillosas historias,
Alejandro Maio
Sasso